Participando en la Feria del Libro 2023 en Madrid, segunda parte

 Mis mejores saludos a todos los visitantes a mi blog: en primer lugar a quienes entran numerosas veces desde países del exterior (y también a los que entran a verlo excepcionalmente), bienvenidos. Igualmente, a mis compatriotas españoles residentes que, en buen número esta vez, han leído mi primera entrada del día 13 pasado; y espero que también esta, que cierra mis comentarios sobre la Feria del Libro en Madrid 2023.

Procedo a retomar la narración que dejé a la espera en la anterior entrada:

    En la Feria de Madrid, la sala de entrevistas donde yo tenía que participar ocupaba la mayor parte del pabellón de Publishers Weekly en Español (sic) en cuyo Dossier de bienvenida era presentado como "uno de los más grandes y espectaculares de la Feria".

    Yo había llegado ---siguiendo las indicaciones del Dossier, para evitar aglomeraciones---, casi una hora antes de las cinco de la tarde (cuando se reabrían  las casetas de la Feria que, a mediodía permanecían cerradas). Así que estuve  esperando en el exterior bajo el sol, hasta que reiniciaron la actividad: Entonces pregunté y  me informaron que me entrevistarían después de la primera autora (que ya se sentaba, a las cinco, en el lugar previsto). Entretanto, me pusieron a la espera en una butaca, en un lateral de la sala, donde donde estuve leyendo (en e-book) mi última relectura favorita: La vuelta al mundo en 80 días. 

     Pero un rato después, contra lo previsto, me llevaron (ver mi entrada anterior) a la mesa de firma de libros, situada a espaldas de la sala de entrevistas. Aquello cambiaba, aparentemente, la agenda horaria que me habían señalado en la primera información obtenida. Y allí estuve una media hora, como ya narré también en la entrada anterior.

    Me buscaron allí para ir, de nuevo, a la sala de entrevistas, donde parecía estarse desarrollando un animado coloquio plural, en torno al sofá donde se realizaban las entrevistas. Me señalaron otra butaca, a un lado de la sala, para seguir esperando, y  conocí a una visitante, que estaba en otra butaca contigua -- esperando por otros motivos--- y estuvimos conversando entre nosotras dos, para pasar el tiempo de espera. De hecho, se llevó firmado uno de mis libros. Pero el tiempo seguía pasando.

    Sin embargo, incluso en situaciones de mi propio interés, mi paciencia de cortesía se ve descompensada por mi impaciencia instintiva: seguía sin saber cuándo sería mi turno;  ya había pasado más de una hora desde que empezaron las entrevistas; y el coloquio que allí tenía lugar ya no era la entrevista con la que habían iniciado la tarde, y a la que, supuestamente, habría seguido la mía, según lo informado.

    Yo tenía un límite horario por otra cita posterior, fuera de la ciudad, y había organizado mi agenda de acuerdo con  la información inicial obtenida, pero que parecía ir cambiando sobre la marcha: iba a tener que elegir entre la entrevista a la espera y la otra gestión a realizar el mismo día. Se estaba acercando el límite de mi tiempo, yendo de butaca en butaca (tres asientos sucesivos hasta ese momento). 

    Así que, para no agotar mi disponibilidad horaria (y mi paciencia), llamé a uno de los agentes de la caseta a un aparte y le comuniqué que si transcurría otra media hora esperando, tendría que irme sin realizar la entrevista; y me referí también a todas las idas y venidas efectuadas por la caseta, sin apenas resultado. No trataba de  ejercer presión alguna, sino informar de mi renuncia a la entrevista, llegado el caso, por razones de tiempo. 

    Pues bien, aquella advertencia movilizó rápidamente a los presentes en la zona del coloquio y en breve tiempo se apartaban y ya pasé a sentarme (cuarto asiento que ocupaba) junto al entrevistador. A los entrevistados nos habían pasado un borrador de posibles preguntas, que yo había leído, sin prepararlas: Pero ---al menos en mi caso--- no se trataba de las preguntas previstas, sino que el entrevistador desarrolló más bien un agradable coloquio, que transcurrió distendido y ajustado perfectamente a mi tiempo disponible. También deseo agradecer aquí el amable comentario, acabada la grabación, que me dedicó el cámara que grabó de frente la entrevista.

    Sobre la grabación realizada, la información previa indicaba que se pasaría por "las redes sociales de Publishers Weekly en Español y publicada en YouTube de manera permanente": Cita procedente del Dossier informativo. Si tuviera alguna noticia sobre ello, pasaré algún comentario. 

    Bien, conseguí incluso llegar, por poco, a mi cita posterior; así que: bien está... lo que bien acaba. Siempre quedan por ver los resultados del esfuerzo.

   Bueno, amigos todos, mi paso por la Feria del Libro transcurrió como os lo he contado. Pero, si mi nuevo libro --- ahora en su edición ya iniciada--- se publicase durante este año, es posible que pueda contaros alguna aventura más interesante si, para entonces, vuelvo a participar en la Feria del próximo año, ya se verá.

    Gracias por vuestra presencia, amigos, y una vez más, bienvenidos a este blog (abierto a vuestros comentarios, si así lo queréis), siempre con agradecimiento, como autora, por vuestro interés.

    Próxima entrada: normalmente (menos estas dos últimas) subo el texto una vez al mes (salvo que me demandéis otra cosa). Así que la siguiente la subiré entre el 15 y 16 de julio: Y luego será en agosto también, porque yo no me voy de vacaciones, amigos. Hasta entonces, si en esta temporada estival aún fuera de vuestro interés visitar el blog.

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