Civilización, tecnología y eficacia

 Hola, amigos,

     Pues qué decir de un título sobre temas tan conocidos que ya rozan en la vulgaridad. Quizá, en mi caso sea porque, al tener que redactar la entrada correspondiente, tengo que proceder a una pequeña meditación temática para escribirla y subirla al blog. Pero, a este respecto, tengo que aportar algunos datos de comprensión, para lo que puedan servir:

    En realidad, he comenzado esta sesión por mi compromiso previo de escribir la entrada actual, para esta fecha; aunque no he concretado su contenido hasta el último momento del plazo, que es el día de hoy. No escribo con agenda previa, ni ordenamiento de ideas, sino por compromiso racionalizado. Dicho de otro modo, escribo la entrada por un axioma personal que me pide hacer lo que, voluntariamente, he dicho que iba a hacer. 

   Eso sí, se trataría de escribir con fundamentos obvios de ética, conciencia y cumplimiento de la palabra dada: lo que desemboca, de una manera tan rimbombante, en escribir un texto para subirlo en la fecha  anunciada. Lo cual expresa respeto al visitante del blog y que pueda encontrar un texto cuando esperaba encontrarlo. Lamentablemente, mi previsión temporal a veces se retrasa uno o dos días sobre mi fecha prevista en la entrada anterior. Pero no hoy.

     Hasta ahí me he referido a cómo escribo en el blog: pues porque en el mismo eso es precisamente lo que hago : escribir. Se puede decir lo mismo, en bucle: "Porque escribo, también escribo para el blog". El cual, con sus 62 entradas, ha transcurrido empobrecido en sus páginas, sin adornos, colores ni ni composiciones estéticas complementarias: cierto que tendría poco tiempo para ello, pero más cierto aún es que tampoco sabría cómo incluirlas. Por todo lo cual, lo que yo hago habitualmente es escribir sobre los temas que mi pensamiento procesa: Eso podría llamarse meditación, pero considerarla como una simple reflexión, valdría.

     ¿Por qué ese encadenamiento entre la razón y la escritura (o con cualquier otra de las muchas actividades que el ser humano pueda realizar, siempre que la razón matice al pensamiento, por rápido que el mismo sea). La respuesta, aquí, queda en suspenso, de momento

     Pues, amigos, así ha sido el soplo racional que me ha sugerido esta entrada. No se ha tratado de escribir cualquier cosa para cumplir el compromiso (esto es, la fecha). Bien al contrario, porque seguiría escribiendo aquí hasta donde me llevaran la improvisación y la mano... Pero, hoy por hoy, y aunque esté totalmente admitido este concepto, un manuscrito (que es una prueba eficaz de civilización humana) ya no lo escribe la mano (en la arrasadora época de la tecnología), sino un teclado que conecta con una pantalla electrónica (cuestión de eficacia).

     Bueno, amigos, como el texto de la entrada hoy se me queda corto, lo retomaré en alguna ocasión futura: Quizá sea en la próxima, que espero subir entre el 18 y 19 de febrero de este nuevo año... aunque en muchas cosas importantes, más bien parece que acabamos de dejar atrás el el siglo pasado, pero en sus años 30 y 40. O incluso históricamente, mucho más atrás en el tiempo, cuando estamos viendo que la humanidad sigue sin ser capaz de resolver sus problemas con razón y concienciación.