Entorno y responsabilidad

 Saludos, en estas fechas previas a las navidades, sus alegrías aleatorias y su consumismo desatado y derrochador. Dicho sea con respeto por mi parte a lo que cada cual haga con su voluntad y su economía. 

    Pero era habitual en mi costumbre, dentro de los Comentarios de los dos títulos de "Triannual" que he publicado (en 2018, el I, referido al trienio 2015-2017 y en 2021, el II sobre el trienio 2018-2020), dar algunas pinceladas por estas fechas a la relación humana con el medio ambiente natural, de una u otra manera.

   Curiosamente, por estas mismas fechas, después de la sequía de 2017 y el corto aporte hídrico en los años siguientes (a excepción del trastorno producido por la nevada "Filomena", que nos tuvo retirando nieve casi una semana), las lluvias continuadas han aparecido por casi todo el país en este diciembre de 2022, yendo de lloviznas a fuertes lluvias, como para trastornar a personas y tráfico ciudadano. Aunque arrastramos bastante penuria de agua embalsada, lo cierto es que tanta agua del cielo consuela, aunque posiblemente por poco tiempo. Valga como ejemplo un suelto de "Triannual II", también ahora aplicable:

<<... Estos aportes hídricos repentinos parecen otorgarnos, en general, una tranquilidad paradisíaca que parece desacreditar mi irrelevante criterio personal sobre el cambio climático amenazador y con series perspectivas de desertificación en algunas áreas, pero lo cierto es que todos respiramos tranquilos. A lo que dure, que se irá viendo, aunque seguramente tampoco resolviendo... No importa que los montes pelados de vegetación se erosionen con las lluvias, que la arena que arrastran impregne los cursos de agua... que los niveles de desperdicio del ser humano, no contento con ensuciar el territorio, estén invadiendo los mares, que conforman la porción más extensa y dinámica del planeta...>>

<<De contrario, nosotros seguimos asfaltando, construyendo o destruyendo el resto... el efecto lesivo de los vertederos(...) con su carga de porquería con parásitos, virus y bacterias. O los cementerios de neumáticos que incluso se incendian, expandiendo gases químicos...>> "Triannual II", párrafos extraídos del Comentario décimo quinto, a finales de 2018.

  Pues nada amigos, a ver si el año nuevo, <<no necesita de grandes esfuerzos para comprobarlo, es una simple cuestión de sentido común>>. (Del mismo Comentario)

 Y un excelente momento, al iniciarse 2023, para comprobar cómo el consumismo navideño incrementa el volumen de restos y desperdicios generados, Porque saberlo, es cuestión de sentido común.

     Si tenéis interés en visitar el blog, la próxima entrada subirá del 14 al 15 de enero de 2023, un nuevo año, una oportunidad cronológica más para el entorno y la responsabilidad.