Volver a empezar, una y otra vez

 Saludos a lectores y visitantes.    

     En estas fechas del otoño español, que burbujea entre un calor fuera de temporada, noches frías, unas pocas gotas de lluvia, de momento, y algunos días de sol veraniego, pues un desplazamiento normal para hacer la compra de productos básicos me impresiona como si la sociedad estuviera viviendo otra nueva burbuja económica, de esas que se hinchan y de pronto se deshinchan, justo cuando nos enfrentamos alegremente a distintos días festivos y a la cercanía de la Navidad. Muy especialmente --por lo que observo-- centrados masivamente en la compra compulsiva de números de lotería para el sonado sorteo del fin de diciembre. 

   Bueno, si ustedes son del país eso ya lo saben, pero me he permitido indicarlo para los visitantes procedentes de otros países. En realidad lo que me hace detectarlo es oír a infinidad de ciudadanos señalar que estamos sufriendo una subida de precios (de todo, pero especialmente repercutido en los productos de alimentación) que además he podido comprobar directamente en mi establecimiento habitual en determinadas mercancías, pero voy a referirme a una que --todavía-- no han subido de precio, ya bastante alto de por sí.

   Un producto muy de nuestro país, como son las almendras, el referido establecimiento las vende en envases individuales, de 225 gramos, a un precio de 4,99€, por disimular lo que sería más rotundo visualmente, si pusiera 5€ y ese precio no ha variado desde hace algunos meses, a la espera, supongo, de redondearlo al alza dentro de poco, como suelen hacer los comercios, de cara a los gastos de Navidad. En este caso, de momento en dicho establecimiento han tenido el "detalle" de mantener todavía el precio de las almendras en esos casi 5€. Pero, aunque muchos de ustedes no lo recordarán, esos 4,99€ representarían (aunque ya es una equivalencia casi totalmente olvidada) aproximadamente 830 pesetas, en la economía anterior.

    Pues antes del euro, mil pesetas podían permitir la compra familiar de dos semanas o incluso de un mes. Comparando el alcance de esas 830 (=4,99€) pesetas de un pasado no tan lejano todavía, resulta que ahora solo permitirían la compra de 225 gramos de almendras ¡Y aún es producto nacional! Al menos hasta que productos importados de cualquier lugar ajeno sustituyan la mercancía, como sucede por aquí, que ofertan alimentos del exterior, tal vez con un precio algo más bajo, pero sin conocer la fiabilidad o calidad... como con la miel, por ejemplo, donde pueden encontrarse casos de diversas procedencias y otros que indican que es miel procedente de la C.E. y de otros países sin especificar. Las proporciones respectivas de miel europea, o española que componen ese producto, no se indican y, por lo tanto quedan todavía más ignoradas las que se han incorporado, procedentes de fuera de la C.E.

     Bueno, sigo con la economía y sus burbujas, que se hinchan y se deshinchan.

    Pues ese asunto me ha hecho volver a mi libro "Triannual II", de 2021, con comentarios escritos durante los años 2018, 2019 y 2020, y me he parado justo en uno de finales de 2019, cuando ni sabíamos lo que entonces se nos venía encima con la pandemia vírica y el confinamiento. Reproduzco unos párrafos del comentario: Título "Otra burbuja, y vuelta a empezar" :

<<El sospechoso burbujeo económico en España volvió a aparecer en 2018 para seguir en la misma línea durante este unidireccional 2019, que ha discurrido cuajado de politiqueo. Y que se acerca ya al 2020 (...) sin haber aprendido mucho, la verdad, de lo que pasó en el 2008. Y siempre es la economía el modelo principal para "convencer" de que el equilibrio social ha reaparecido para siempre ¡y viva la fiesta! Pero entiendo que difícilmente nos podemos permitir la fiesta porque ni somos grandes, ni industrializados, tampoco creadores de empleo ni ricos (...). Estamos muy por detrás de otras áreas europeas próximas (pero) alejadas en cuanto a cultura, territorio, creencias y recursos, de los que esos países disponen en mucha mayor medida en cualquier sector, menos en nuestro "monocultivo", que es el turismo, mientras dure.>>

   Hasta ahí un párrafo introductorio del Vigésimo primer comentario, que fue escrito para el libro a finales de 2019, cuando ni sospechábamos lo que nos esperaba en el siguiente año. Por eso, luego añadí al mismo comentario, ya en 2020 y con la  pandemia viral encima, una nota complementaria que empieza así:

<<La verdad, lo releo ahora (el comentario de 2019), tiempo después, y casi no me lo creo ¿Estaré yo produciendo una historia inventada para mi propio uso y todo lo caótico que ocurre en ella se vive dentro de una ficción imaginada, que crea un entorno que se derrumba?>>. Por supuesto la nota y el propio comentario son bastante más largos.

   Gracias por vuestra visita, amigos, y la próxima entrada entre los días 17 y 18  de diciembre... aunque seguro que estaréis más bien ocupados en compras y loterías. Hasta que queráis, pues.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Participando en la Feria del Libro 2023 en Madrid, segunda parte

Participando en la Feria del Libro 2023 en Madrid, primera parte.

De mis Libros publicados y en publicación, además de la Hora del Planeta y el Clima