Enero es un mes de nieves, pero ¿de bienes?

Pues bienvenidos, lectores, a un nuevo año que se inicia en este mes de enero de 2021. Estoy escribiendo durante el segundo día de un temporal de nieve que  ha sido tan intenso como para mantenernos quietecitos en las casas sin salidas, salvo para hacer en el exterior algún muñequito en medio de la nevada o, en su caso, cuando algunos niños y adolescentes han intercambiado unas cuantas bolas níveas entre ellos. 

    En mi zona la altura de la nevada, según mis mediciones, ha alcanzado el primer día unos 22 centímetros, que no parece mucho pero que basta, en las localidades donde predominan las cuestas en las vías públicas, para que el peatón vigile la posibilidad de resbalones y cómo equilibrarse si ocurren, para evitar caídas. Y los conductores han de tener en cuenta probables conflictos por la nieve, como los que ahora han sucedido en distintos lugares sin alcanzar la "densidad" que presentó el atasco de 3.500 coches, inmovilizados en la AP6 durante 18 horas, en el mes de enero y por las mismas fechas, pero del año 2018, y que en aquel momento dio suficientes muestras de la incompetencia oficial a nivel de tráfico. 

    Supuse, cuando estuve siguiendo el suceso de 2018, que algo habrían aprendido del mismo los organismos públicos para hacer mejor su trabajo futuro después de aquel conflicto de enero, pero en la nevada actual -según el seguimiento en televisión- todavía parecen estar muy lejos de resolver con prontitud y eficacia esta otra contingencia de 2021, en perjuicio de quienes han sido afectados por retenciones durante  horas, en medio de la nevada. Claro, el clima entre un atasco y otro había vuelto a estabilizarse sin apenas incidencias durante un par de años después de 2018, así que ya estarían confiados en la "normalidad" como rutina.  

    O tal vez creían ahora que ya todo el mundo teletrabajaba en casa y no había desplazamientos a los puestos presenciales, aunque me consta que determinadas empresas han hecho regresar al puesto de trabajo previo, sí o sí, a sus empleados de horario completo desde meses antes de finalizar el 2020, a pesar de que la pandemia estaba lejos de remitir en los contagios entonces, y también ahora, cuando siguen aumentando. Al actuar así, tales empresas han desdeñado, de un plumazo, el avance empresarial que suponía el teletrabajo que se desarrolló y demostró su validez durante el confinamiento. El regreso a los viejos sistemas (en "un país alegre y confiado") implica haber optado por no desarrollar las ventajas de la herramienta novedosa que suponía el teletrabajo en la vía del progreso en la productividad empresarial y personal. Y despreciando también el mayor riesgo de contagio potencial  para sus empleados presentes en su puesto laboral en un centro empresarial convencional, donde siempre deberán compartir colectivamente lugares o sistemas, como pueden ser los aseos, ascensores y el aire acondicionado.

    En cuanto al problema sanitario y social por la epidemia, que llevamos sufriendo diez meses, sigue pendiente y creciendo en número. Pues, sin recuperarnos del impacto de contagios que nunca han cesado y que aumentan sus cifras en España sin parar desde el verano pasado, ahora nos complica la nieve y el desplome de las temperaturas. Pero, como dije una vez: al clima no le importan sus consecuencias en la organización social, al igual que a la población humana también le da igual su impacto sistemático en la evolución del clima. Esto es, que nosotros a lo nuestro, a calentar la atmósfera con emisiones y humos, ensuciar los mares hasta extremos peligrosos y ver cómo se trastorna el equilibrio conjunto de  los factores tierra-cielo-agua y vida global. Y el clima a lo suyo, ya sea tórrido o gélido, según el momento aleatorio de la situación planetaria.

    Ahora bien, como estamos entrando en otro período anual del entorno humano, después de un año desastroso a nivel sanitario y social (y así seguimos), me voy a permitir volver a algunas noticias, concretamente de enero del año 2020, por aquello de compararlas con posibles o probables expectativas del futuro en el 2021, que ya veremos lo que aporta. A continuación, algunas referencias:

- 8 de enero 2020, en los medios informativos: Después de 8 meses de gobierno provisional, y ya en el segundo intento de investidura, el gobierno de Sánchez obtiene 167 votos a favor, 165 en contra y 18 abstenciones, con lo cual (con el margen más estrecho de toda la democracia española) queda investido... por 2 votos. Eso sí, en medio de una sesión parlamentaria adornada con insultos y agrios reproches entre los políticos asistentes, dando a la ciudadanía un ejemplo de ruptura de la convivencia y de la desunión en los altos niveles políticos que siempre resulta muy poco presentable, a nivel humano y social. En cambio, por esa fecha no encuentro  datos de que a alguno de ellos le preocupara la epidemia, silenciosa por entonces, en China.

- 17 de enero, en una revista ("Gente") informan de que el coste de la generosa "invitación" oficial para la celebración de la Cumbre del Clima en Madrid, en diciembre anterior, fue de 50 millones de euros. Total, para lo que sirvió... 

- 20 de enero, del diario 20Minutos: El nuevo equipo político en el Poder inflaba el gobierno al organizarlo con cuatro vicepresidencias y 18 ministerios variados. Todos esos nombramientos iban acompañados de nuevas dotaciones de asesores y gabinetes propios, libremente elegidos en cada uno de los casos, siempre con cargo al erario público, esto es, con su coste económico procediendo del bolsillo del ciudadano. Entretanto, una borrasca denominada "Gloria" iba atravesando el país desde el día 18. Quien le puso el nombre demostró que tenía una desbordada imaginación, dado que "glorificar" a un temporal ya es ser un optimista o un bromista... O tal vez era en realidad un irónico adivino, que anticipaba con ese calificativo borrascoso el verdadero temporal que habría de desatarse con el inicio de la pandemia en marzo siguiente.

- 23 de enero: Sanidad activa camas ante los casos de gripe, evaluada en Madrid en 134 personas por cada 100.000 habitantes. Naturalmente, siempre cabe el interrogante de si esa previsión incorporaba también, sin saberlo, al silencioso virus coronado que apareció en China en el segundo semestre de 2019, y que aquí solo hubiera sido detectado como gripe, estando desconocida la  pandemia en un país alegre y confiado, por decir lo mismo otra vez. Aunque también el diario "20 Minutos" de esa fecha informaba de que el coronavirus chino ya estaba cruzando fronteras, además de alguna otra noticia  sobre la prevención del mismo en China.

    En el mismo diario se pueden encontrar diversos  apuntes que ya se refieren claramente a la epidemia, aparentemente lejana al menos para los sectores oficiales en España. En aquel momento el -por entonces- recientito ministro de Sanidad  afirmaba estar pendiente de la situación y confiando en el sistema de coordinación de alertas sanitarias. Tanta atención y confianza  resultaron ser solo palabras, cuando no fueron acompañadas de medios de previsión y anticipación (a los funestos resultados me remito), o es que todo un ministro de Sanidad no pensó en  dotarse gratis de un microscopio electrónico para ojear el virus y ampliar su opinión sobre la posible urgencia de la situación, cuando ya diversas informaciones se filtraban por varios sitios anticipando el problema sanitario. La responsabilidad profesional  y social debería de considerarse más adecuada, para opinar, que las razones políticas. 

    En otro lugar del diario, también la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene aseguraba existir en España un riesgo muy bajo de que se produjeran casos por la epidemia. Pues que Hipócrates les conserve su visión de esa implacable amenaza a la salud, pero aumentándoles miles de veces el cristal de sus gafas, a ver si atinan así en sus previsiones profesionales.

    En cambio, también en el mismo diario, en la página 10, hay una pequeña entrevista sobre el virus de Wuhan que hacen a Roger Malo, un médico internista del Hospital Universitario de Cataluña, y una de las preguntas sobre el virus, dice: ¿Es muy peligroso? Respuesta: Es potencialmente muy peligroso por su alta capacidad de contagio y de producir epidemias. Vaya, ¿será que nadie se habría enterado de esta opinión profesional y fundamentada porque uno de los diarios más leídos del país no se leía en ninguno de los despachos oficiales en enero? Porque, vista ahora, resultaba ser totalmente anticipatoria y realista.

- 24 de enero: La OMS afirmaba que era pronto para aconsejar una emergencia internacional. Visto lo visto, esa organización, que solo recomienda pero que no interviene, no parece disponer de una gran capacidad de anticipación en materias de su propio ámbito científico, pues sus conclusiones no se han ajustado mucho a la realidad, según parece, ni antes ni durante la contingencia sanitaria, que se manifestó y se mantiene actualmente en grandes cifras.

- 27 de enero: Año Nuevo chino. Bueno, nunca mejor citado...

- 31 de enero: Ahora la OMS sí que declara la alerta internacional. Vaya, una semana antes era "pronto" para declararla pero después de tan pequeño plazo para cambiar de criterio, ¿no era una advertencia urgente de la peligrosidad de evolución de la epidemia?. En España el estrenado gobierno parece que tampoco percibió la importancia de la alerta internacional; posiblemente por falta de tiempo, al estar dedicado a sucesivos cambios políticos novedosos, que -presuntamente- les parecerían mucho más "interesantes" y dignos de celebración personal. Ni siquiera por haberse detectado en Canarias (así de "lejos"), en esa fecha, dos casos importados en alemanes que tuvieron contactos con contagiados fuera de las islas y se "investigaba" un posible caso en Ciudad Real. 

    Al no actuar hasta entrado marzo, parecería que el gobierno volvió a no-leer ni el aviso urgente a nivel internacional, ni otras noticias del momento, igual que tampoco pareció tener en cuenta otras opiniones profesionales sobre la posible situación, procedentes de distintos sectores... Había que "tirar de normalidad" hasta el 9 de marzo, y empezar solo entonces, y no antes de poder celebrar varios eventos multitudinarios que se permitieron para esa fecha, con público abundante y bien apiñado.

    Y aquí me paro, porque solo pretendía hacer un repaso cronológico inicial, al recordar algunas cuestiones del mismo mes, pero del nefasto año anterior, para tener en cuenta en este dudoso inicio del año actual. Y dejar a los lectores el interpretarlas, ampliarlas o considerarlas como gusten: incluso olvidarlas, si lo prefieren. 

    Total, cualquier desastre, cuando se convierte en Historia, se queda en unos cuantos párrafos de referencia estática a sucesos del pasado, en los que apenas trascenderá el día a día de las personas que fueron afectadas. En el futuro, lo deseable es que puedan existir otras personas  que puedan afirmar rotundamente: "... Pero aprendimos de nuestros enormes errores, para no repetirlos nunca más".

    Saludos, amigos, y la próxima entrada del sábado al domingo 31 de enero 2021.

    


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