Instantes en el tiempo y el espacio

    En esta fecha tan señalada como es el primero de noviembre, quiero expresar un sentido recuerdo por todos los fallecidos a causa de la pandemia, que se inició descontrolada y que continúa propagándose sin un control eficaz, hasta este momento.

    Ahora, dos semanas después de la anterior entrada (sobre la democracia, del día 18 pasado), voy a tratar unos momentos sobre mi libro, publicado este mismo año y cuyo título es "Desplazados" (Bubok Publishing, 2020). En sus primeras páginas me refiero a la incógnita sobre el futuro del entorno, de la población y de todo el Planeta ante las posibles contingencias, algunas más que probables, que se producen o se irán produciendo al paso de los años. En el segundo y tercer capítulo se trata de la Historia (tradicional) y de las historias (literarias) para, a continuación, abrir paso franco a la libre imaginación.

    Reconozco que el tiempo y el espacio son factores básicos en mis narraciones porque ambos son la esencia del universo y, también, de las historias personales y sociales, donde el potencial individual es una rutina insegura y sujeta a posibles trastornos de todo tipo.

    Considero que el tiempo es una paradoja extrema porque engloba, salvando las distancias, desde lo más pequeño hasta lo más grande de todo lo existente y desde el principio hasta el final, pero que transcurre indiferente a los resultados e incluso a su propia extinción cuando la materia última se convierta en nada. Aunque la evolucionada percepción del ser humano pueda medir el paso del tiempo, no puede cambiar ni modificar su esencia, su influencia o sus consecuencias.

    A la vez, interactúa simultáneamente con el espacio y su inmensa cantidad de materia dispersa en distancias inabarcables, donde el tiempo sigue siendo el factor ineludible entre el inicio y el final de los astros y de cualquier componente del universo. Pero se manifiesta como un factor indiferenciado, como si fuera un sutil termostato inmaterial que marcará el final de todo, cuando ambos -tiempo y espacio- se diluirán en la nada.

    No obstante, y teniendo al tiempo por testigo, lo importante en el libro de referencia es la vida y lo que hacemos con ella, lo que me sugiere constantes preguntas y, en su caso, ácidas respuestas acerca de lo que significamos en el momento espacio-temporal que ocupamos.

    A continuación transcribo unos párrafos del primer capítulo del libro, el cual trata sobre algunas generalidades introductorias al pequeño mundo "desplazado" de cada día:

    "En tiempos pasados, al menos, la falta de medios y la ignorancia generalizada sobre las cosas podía ser el motivo de la indiferencia general ante los excesos, pero esto ya no es defendible en un tiempo científicamente capaz de analizar las causas, anticipar las implicaciones futuras y darlas a conocer mediante información global a todos los niveles. Aun así, la indiferencia continúa y, cada vez más, el ser humano instaura un increíble orden jerárquico, complejo y poderoso, para administrar todo y a todos sin responsabilidad, sin asumir las consecuencias de una tecnología productiva basada en la utilización desmesurada de materias primas, sin contener los resultados del consumo masivo a medio y largo plazo, o reflexionar sobre el impacto de la multiplicación demográfica explosiva.

    "No es difícil detectar la lentitud, la desgana, la ineficacia o incluso la negativa de las instituciones para resolver contingencias nefastas de la actividad humana (...)  o para estabilizar una situación actual que ya manifiesta grietas. Por su parte, la población se acopla en una cómoda indiferencia, quizá porque vive un hoy que no permanecerá mañana, dado el breve plazo de la vida individual (...)

    "Podría haber algo parecido a un sensor cuántico que midiera la repercusión de cada existencia, la interacción de unos sobre otros y las acciones o secuelas que pudieran conducir a un desastre global, cuando la presión de un sector de la vida sobre el planeta sobrepasara la medida tolerada."

     Esto y todo lo demás que contiene el libro lo escribí mucho tiempo antes de conocerse la pandemia global en marzo de 2020, momento en el que el texto ya se encontraba en la Editorial en trámite de edición desde finales del año anterior. Ni yo ni nadie a nivel ciudadano tenía conciencia real del desastre que nos invadiría desde marzo y que se extiende ininterrumpidamente hasta este día: el primero de noviembre de 2020 y, visto lo visto, ¿hasta cuánto tiempo más?

    Aquí os sugiero, como referencia, una entrada de septiembre de 2018, que se puede encontrar en la lista  pocos meses después de iniciado este blog, donde podéis buscarla o entrar por el enlace adjunto, si es de vuestro interés. De este modo puedo ofreceros algún antecedente relacionado con los temas de hoy, para comparar las situaciones cuando ya han pasado más de dos años entre ambas entradas:

 https://triannual.blogspot.com/2018/09/un-ano-desastroso.html

    Gracias por vuestra atención y espero volver a publicar del sábado al domingo 22  de este mismo noviembre.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Participando en la Feria del Libro 2023 en Madrid, segunda parte

Participando en la Feria del Libro 2023 en Madrid, primera parte.

De mis Libros publicados y en publicación, además de la Hora del Planeta y el Clima