Pequeño gran Mundo

El país donde vivo, España, continúa enredado y desbordado, a nivel político, por diversos manejos, intrigas, escapismos y presunciones personales y grupales, como se puede contemplar a diario en los medios de comunicación, cuyas informaciones no paran de incidir en la repercusión de la situación política en una sociedad atónita, intranquila, irresoluta y que sigue incapaz de promover y conseguir dirigentes eficaces, sinceros, profesionales, preparados y decididos a olvidarse de sí mismos para impulsar el progreso social, con vocación de servicio al país y alejados de sus propias apetencias. 

   La situación de constantes "riñas" políticas contribuye a situar a los ciudadanos, más y más, en un atónito inmovilismo frente a los distintos desafueros que sufren, como la pérdida de derechos laborales antaño adquiridos, la mala gestión ministerial y sectorial, el repunte del revanchismo, el desprestigio del sistema educativo, la pérdida de calidad de la Sanidad, el caos administrativo, el aumento de los impuestos, la enorme presión migratoria, y ahora también por optar sistemáticamente el gobierno a legislar por vía de decreto, saltándose el control y la responsabilidad ante el ciudadano que le garantiza el poder legislativo legítimo, que es el Congreso y sus cámaras, representante de la voluntad conjunta de todos los ciudadanos y que parece amenazado incluso de fractura y apartamiento en su potestad trascendental.

   Así pues, tal parece que nuestro presente transcurre con una permanente falta de confianza en las instituciones, con la consecuencia de producir un notorio desprestigio internacional, al seguirse arrastrando situaciones, sin resolverlas, que ya eran insoportables desde antes de la crisis económica y que nos convierten en un país cada vez más inoperante y olvidado en el exterior y desunido y conflictivo en el interior, lo que lo lleva a la indefensión ante presiones foráneas y a ser aún más insignificante en el Mundo global, el cual, por su parte, también parece descoordinado, enfrentado, competitivo, cuando no indiferente respecto a la suerte del Planeta entero, que nos incluye a todos.

   He vuelto a mi propio libro, testando situaciones de antes y durante el período a que se refieren mis Comentarios, desde finales de 2015 hasta finales de 2017 y reproduzco algunos párrafos.

"Triannual" (Bubok Publishing, 2018):

Primer Comentario ("Piedras y estrellas") : "Siempre teniendo muy en cuenta la decaída naturaleza, que es la gran perjudicada de la actividad humana que agobia y degrada el Planeta, predominantemente consistente en apropiaciones, destrucciones y basuras de muchos tipos y de mucho calado... (página 14).

Décimo Comentario ("Y muchas cosas raras en la historia del Planeta") :... el hecho palpable del peligro que comportan los recursos económicos obtenidos, tanto a nivel político como personal, de hacer mal uso de ellos... bastando con los episodios de la vida misma que -sin esfuerzo alguno de comprensión- vemos día a día en el panorama político español".

   "Más bien habría, sin indiferencia ni confrontación, que actuar en asuntos trascendentales con unidad, prudencia y análisis, no solo sobre la parcela propia sino... con la mirada puesta en el futuro de todo el Planeta, el pequeño y único lugar en el que vivimos y que no podemos destruir, degradar ni perder. Aunque es exactamente lo que hacemos" (páginas 93-94).

Vigésimo noveno Comentario ("Lectura de un día tonto") : (...) por lo llamativo de la aparición y el discurrir de dicha crisis (económica) y por lo curioso de su aparente y alegre olvido actual... Mejor me parecería crear una Comisión... que mantuviera el control de actividades oficiales siempre activas, presentes, gestionadas e informadas..."

   "...En esta materia de partidos políticos... no sé cuándo van a abandonar todos ellos el sistema de "riñas vecinales" en materias gubernamentales y pasar a poner por delante al ciudadano y su defensa y a la vez, tantas cosas de necesario interés, cuestiones que no consigo ver claramente en los políticos... ni tampoco en los sectores sociales... La crisis puede haber pasado, pero el impacto del desastre sigue activo a nuestro alrededor y especialmente en detrimento de algunos, tal vez muchos, de nosotros". (páginas 301-302-303).

Pues dicho y reiterado queda.

Hasta la próxima semana.