¿Hasta dónde llegar?
Muchos saludos a visitantes y amigos de este blog, agradeciendo vuestra numerosa atención al mismo durante el mes de noviembre anterior y también durante el curso de estas dos semanas, ya pasadas, de diciembre.
Continúo en la senda que han establecido las dos entradas anteriores (Claroscuro I y Claroscuro II: Muy oscuro...), aún estando en vísperas de fiestas de carácter universal que, al menos en este mi país (España) son festejos familiares y masivos de reencuentros y alegría.
Pero no es fácil participar en la alegría, pues estoy bajo la impresión de las sucesivas jornadas informativas que desvelan constantes escándalos, con personajes políticos metidos en tramas económicas y personales (según parece, en su beneficio propio) que salpican también a un gran porcentaje de instituciones, empresas, grupos y entes partidistas o políticos. La extensa trama personal e institucional, parece haber actuado libremente al socaire de un gobierno que no gobierna, sino que se inhibe ante una trama corrupta y extensiva, dirigida (presuntamente) por personas que han detentado altos cargos o mantenido con el gobierno relaciones complejas, aunque --digo presuntamente-- desprovistos de honestidad y moralidad, y que empiezan a pasar a encarcelamiento provisional, cuando hay extensas bases jurídicas de prueba, según todos los indicios.
Las pruebas que han trascendido en sucesivos casos no han impedido que los detenidos hayan sido defendidos verbalmente con rotundas afirmaciones defensivas sobre los investigados, que ministros y cargos gubernamentales en activo han emitido públicamente (afirmando corporativamente la inocencia de los investigados, sin prueba positiva alguna, salvo haber sido sus colegas en el gobierno y otros entornos). Incluso (visto y oído en televisión) también han sido defendidos públicamente por el presidente del país, olvidando que en sus primeros momentos de presidente (llegado por moción de censura en 2018), y en algunas ocasiones posteriores habría afirmado (visto en noticias televisadas) que asumía su cargo para luchar contra la corrupción en el país. (Pues bien: ¿Y hasta dónde ha llegado?).
Este presidente de España (al que curiosamente, algunos sectores llaman "primer ministro" últimamente) en estos momentos de la investigación judicial se ha retirado (una vez más) a sus cuarteles, sin aparecer por el Parlamento, desiertas las bancadas de su partido, sin tener agenda de actuación, ni comparecer en público, ni informar de nada: aunque tal vez esté trabajando en su habitual sistema de evasión verbal ante los ciudadanos o, para seguir usando sus afirmaciones rotundas de distinto contenido (que las noticias sucesivas suelen desmentir) en favor de los amigos políticos inculpados, a los que luego, cuando le conviene a la vista de las informaciones, ya estando activos los procesos judiciales, afirma que tuvo relación oficial con ellos, pero que le son "desconocidos" en el ámbito personal...). Aunque esos desconocidos repudiados hayan sido ministros y altos cargos nombrados por él mismo, y que están investigados actualmente como presuntos miembros de redes de corrupción (económica, política y moral) continuada. Entonces ¿Hasta dónde llegar?
Entretanto la Justicia (esa Justicia que el gobierno ha tratado de ignorar, desvirtuar o, presuntamente, incluso de acosar) decida en cada caso, se conocen más y más casos de derivas ilegítimas de negocios ocultos de aquellos personajes públicos (incluso con grandes números ya resonando con cifras millonarias) que siguen saltando ante la opinión pública informados por la prensa no gubernamentalizada, y desvelados por un intenso y extenso trabajo policial, sectores que aún tienen a bien defender la legalidad y, por consiguiente, directa o indirectamente, a la pobre, asediada, desmadejada, disminuida y empobrecida Democracia en España.
En busca de referencias, vuelvo a revisar mi libro "Triannual II" (2018 a 2020), buscando antecedentes, porque lo escribí en un trienio coincidente con los tres primeros años del gobierno actual y terminado en el año de la epidemia del Covid, del confinamiento y de los muchos cientos de muertos en todo el país, todo lo cual debería ser imposible de olvidar. En el prólogo del libro (2018) introduje una "Nota informativa" (escrita al terminarlo en 2020, pero que decidí incluir al principio del libro para información del eventual lector) y a continuación incluyo algunos párrafos indicativos sobre el texto de esos tres años, al ser publicado en 2021: Es una meditación personal referida a mis conclusiones, en buena parte sobre los sucesos en España en ese trienio, con la que diseño mis características como escritora en el ámbito personal, ciudadano y literario:
"El hecho de expresar la opinión individual requiere, en cualquier caso, tanto de un entorno de efectiva libertad, como de la ponderación ética en su desarrollo. Los temas que trato representan solamente un interés particular, una opinión parcial, un criterio individual de alguien sin significancia asociativa alguna, redactado por alguien sin militancia personal en estructuras socio-políticas, emitido por alguien sin especialidad tecnológica ni científica, en un lugar cualquiera de la ciudadanía normalizada (...) Sin que el difundir (mi) opinión redundando en la noticia o, en su caso, darle forma y entendimiento individual a una creación, realización, asunto o suceso externo difundido, cambie el hecho de tratarse de una interpretación personal de una mente autónoma, una sistemática propia y un criterio privado sin (acudir) a un tamiz previo de opinión o de crítica (profesional), ni aún al debate amistoso o allegado (...) Solo su posible difusión lo puede diversificar para obtener así la vida independiente, positiva o negativa en su totalidad, de todos o algunos de sus cortes (léase comentarios)." (Fin de los fragmentos de la Nota Informativa escrita en 2020).
Pues bien, amigos y lectores, incluyo abajo el título exacto del primer comentario de ese mi segundo y último Triannual (II), con el que inicio y termino esta entrada: el texto de aquel comentario inicial en 2018 se refiere al entorno y medio ambiente, bases de la vida en el Planeta. Y con ello también termina esta entrada, algo densa y evanescente, pero finalmente estamos en fiestas, ¿y no son días también evanescentes en su alegría pasajera?
Hasta pronto y este es el título del Primer comentario del libro, y de lo escrito hoy:
"Llegar ¿hasta dónde?"
Y con esa incógnita en sus propios términos, me permito expresar un deseo de año nuevo: Que podamos descubrir juntos hasta dónde llegar, para bien, en términos personales, nacionales y globales.
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ANEXO: Que añado el siguiente día (lunes 15 de diciembre) después de haber subido ya la entrada anterior el domingo 14, porque leo en la prensa de hoy lunes que, en el curso del día, el presidente Sánchez aparecerá en su residencia de la Moncloa para ¿informar, comentar? el curso político actual. ¿No debería hablar más bien en el Parlamento, donde no apareció en la sesión anterior, dejando su bancada prácticamente vacía, con solo dos aburridas personas? Quédese para la entrada siguiente, si es que merece ser comentada.
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Volveré a subir la siguiente entrada entre el sábado 9 y domingo 10 de enero de 2026.
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